Charles es cochero por accidente, pero no se queja. De pequeño siempre quiso ser marino de la armada de Su Majestad, como su padre, que murió heroicamente, le dijeron, cuando él era un recién nacido. A la edad de doce años intentó enrolarse en la armada como grumete, y fue cuando descubrió, al comprobarse su expediente familiar, que su padre había sido condenado a muerte y arrojado al mar por la pasarela por haber organizado un motín al acabarse las reservas de frutas confitadas en el barco en que servía: el Gitanic.
Ni que decir tiene que con los antecedentes de su padre su solicitud fue rechazada, así que tuvo que orientar su vida por otros derroteros. Eligió la profesión de cochero porque, según decía, el uniforme era lo más parecido al de un marino: parecía un capitán pirata.
Charles lleva varios años trabajando para los Bridgesteel y, aunque se porta bien con toda la familia, tiene una especial predilección por Lady Mariah. Rara es la semana que no tiene que llevarla dos o tres veces a actos benéficos que terminan a horas intespectivas. Hay quien afirma haber visto el coche de los Bridgesteel parado a altas horas de la noche en un descampado, bamboleándose de lado a lado y chirriando mientras se escuchaba una especie de relincho animal, pese a que los caballos no piaban (eran los pájaros). Pero bueno, eso son las típicas habladurías de la prensa del riñón.
Charles parece feliz en su trabajo y no alberga motivos para odiar a nadie, pero ¿por qué últimamente se le ve menos concentrado y le han puesto ya dos multas que le han hecho perder cuatro botones de su casaca? ¿Por qué se le queda la cara tan relajada cuando va al servicio? (al servicio de Lady Mariah, se entiende). ¿A quién o quiénes más presta servicios especiales? ¿Por qué se gasta tan pronto la provisión de estimulantes para los sementales de la cuadra de los Bridgestel, de la que se encarga personalmente Charles?
1 comentario:
Bueno esta comparación fotográfica bien merece un comentario,... acabo de darme una de reir, ... ¡está genial! y eso que aún no me he parado a leer la historia, pero es que soy de impulsos y tenía que escribir el comentario antes porque si no luego ya me enfrío.Parrish.
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